El10 de abril de 2025 Trump da marcha atrás y ofrece una tregua de 90 días. Pero sigue subiendo los aranceles hacia China hasta al 145% (11 de abril). Pekín había situado los suyos sobre los productos estadounidenses en el 84% y despues lo subiò en el 125%!
‘He autorizado una pausa de 90 días«, anunció Trump, alegando que habían llegado solicitudes de negociación de 75 países extranjeros. La pausa entra en vigor inmediatamente. Durante la pausa se aplicará un «derecho recíproco sustancialmente reducido, del 10%».
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ComprarTambién dijo que «la gente se estaba asustando un poco». Maldita sea! ¡Todas las bolsas se desplomaron y muchos estadounidenses perdieron todos sus ahorros en el espacio de dos horas! Eso si asusta a la gente. Pero los únicos que no se asustaron fueron los chinos. A ellos, incluso hoy, no les importa el 125% o el 1000%. Obligados por la deuda en dólares que tienen, si exigieran hoy la devolución de los 700.000 millones, EEUU estaría de rodillas. Si no lo hacen, es porque tal cosa provocaría una reacción que también afectaría a China. Por tanto, está claro que Trump está jugando con el fuego. Los chinos, según Trump, quieren un acuerdo. No es que sean tontos. Todo el mundo quiere un acuerdo. En la situación actual no hay perspectivas. Pekín añadió: «si Estados Unidos quiere realmente resolver las diferencias mediante el diálogo y la negociación, debería adoptar una actitud inspirada en la igualdad, el respeto y el beneficio mutuo». Al afirmar esto, pusieron límites a otras 11 empresas estadounidenses. Incluso a algunos proveedores del Pentágono (sistemas de defensa). Para que quede claro que no están jugando.
Ultimas declaraciones del 11 de abril
Sobre la base de las últimas declaraciones de Trump el 11 de abril: «Siento un gran respeto por el Presidente Xi. Es, en el sentido más estricto de la palabra, un amigo mío desde hace mucho tiempo y creo que acabaremos encontrando una solución que sea buena para ambos.» Así se expresó el presidente estadounidense sobre la «guerra comercial» que se ha desatado con China. Ahora su Administración está aplicando aranceles más elevados, en total del 145%. Este cambio constante es algo que desestabiliza el sistema productivo y financiero. Aunque reiteró que: «Estamos reorganizando la mesa, estoy seguro de que podremos llevarnos muy bien». China respondió con un 125%. Pero está claro que China no se asusta de los aranceles.
Volver atras non siempre es posible
Sin embargo, lo que los observadores llevan días repitiendo es que esta forma de actuar del presidente Trump no augura nada bueno para los mercados internacionales, sin aportar ningún beneficio a los propios estadounidenses. Se avecina una posible inflación acompañada de recesión. El peor panorama económico imaginable. Con enormes pérdidas de capital y empleo. El esperado retorno de las empresas americanas deslocalizadas a países donde los costes laborales son más bajos es muy improbable que se produzca y sobre todo que se materialice en poco tiempo. La pérdida de empresas manufactureras es un proceso que se ha producido a lo largo de varios años de desarrollo económico y junto con procesos que han hecho posible la parcelación de la producción en varios países. Procesos que no pueden desmontarse y volver a montarse como y cuando Trump quiera.
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