Putin e ZelenskyPutin e Zelensky

Occidente se equivoca al responder con más armas, nunca alcanzará un nivel de disuasión efectiva con Rusia y en el juego de quién es más fuerte Putin tiene enormes ventajas.

Decir que Putin no quiere la paz es un error de cálculo. Es lo que parece, pero no es que no quiera acabar con la guerra, lo que supone un enorme desperdicio de recursos para el país. Quiere ganarlo en el campo antes de hacerlo en la mesa de negociaciones. Ahora Trump le ha dado la ventaja. Lo que hace falta, por tanto, no es endurecimiento y rearme, sino más diplomacia, aperturas a cambio de negociaciones concretas y con el objetivo de volver a situar a Rusia en el ámbito de los acuerdos comerciales europeos. Lo cual representaría una ventaja para la UE también con respecto a EE.UU. y la cuestión de los aranceles y los costes energéticos. Europa ya tiene que actuar solos en materia de defensa militar, más vale que no haga de Rusia un enemigo, sino que la reintegre al redil europeo, donde por derecho le corresponde. En esto, los estadounidenses ya han superado los aliados, al ser los primeros en abrirse a las negociaciones y excluir a la UE de la mesa de paz.

En Estambul, la mesa de negociaciones podría ser un fracaso.

En la mesa de negociaciones de paz entre Rusia y Ucrania, en Estambul, debería haber dos delegaciones con los presidentes Putin y Zelenski. En cambio, Putin dijo que no asistiría y Zelenski se retractó. Entre insultos mutuos, se mostraron irrespetuosos. En esta situación, ni siquiera el presidente estadounidense Trump se presentará. Son dos delegaciones sin cabeza, incapaces de decidir nada. Diría que es casi una bofetada, un insulto al presidente turco Erdogan, quien se ofreció para iniciar las negociaciones en territorio neutral. Neutral hasta cierto punto, porque Turquía es miembro de la OTAN, la organización a la que Putin ha dirigido repetidamente sus acusaciones por el apoyo externo brindado a los ucranianos.

¿Cómo se pueden explicar estas acciones desde un punto de vista geopolítico?

A continuación, verificamos las predicciones del profesor Alessandro Orsini, catedrático de Sociología del Terrorismo en el Departamento de Ciencias Políticas de la Universidad Luiss de Roma. Varias veces en los últimos años, desde que los dos países entraron en guerra con la invasión del 24 de febrero de 2022, ha analizado la realidad y adelantado hipótesis que luego se han verificado con el tiempo.

A la luz de sus estudios geopolíticos sobre el comportamiento de las grandes potencias, el profesor Alessandro Orsini ha expresado posturas críticas respecto al papel de Occidente en el conflicto entre Ucrania y Rusia. Argumenta que la actitud occidental del pasado reciente ha obstaculizado los intentos de paz y contribuido a la prolongación de la guerra. Esto es atribuible a la administración Biden y al papel de algunos países de la Unión Europea y el Reino Unido.

Necesidad de negociaciones antes del alto el fuego

Contrariamente a la práctica habitual, Orsini argumenta que, en los procesos de paz, las negociaciones diplomáticas deben preceder al alto el fuego. Enfatiza que Occidente debería reconocer las necesidades de seguridad de Rusia, como la solicitud de que los misiles de la OTAN no apunten a Moscú, para facilitar un diálogo constructivo. En este sentido, Estambul podría haber sido la oportunidad ideal. (antimafiaduemila.com)

Visión pesimista sobre el futuro del conflicto

El profesor expresa escepticismo sobre la posibilidad de una tregua duradera, destacando que Rusia solo podría aceptarla si Ucrania se desarmara por completo. Enfatiza que las posiciones irreconciliables entre las partes dificultan una solución pacífica a corto plazo. cubainsieme.com

Según el profesor Alessandro Orsini, la actitud de Vladimir Putin hacia las mesas de paz es estratégica y calculada: no excluye el diálogo, pero lo considera una herramienta para fortalecer la posición de Rusia, no necesariamente para poner fin a la guerra de inmediato.

Para Putin, las negociaciones son parte de la guerra

Según Orsini, Putin utiliza las negociaciones como una herramienta de su estrategia militar: puede proponerlas o aceptarlas para dar la impresión de estar abierto al diálogo, pero mientras tanto continúa con el objetivo de conquistar territorios y debilitar a Ucrania. Por lo tanto, las pausas en los combates pueden servir para reorganizar fuerzas, consolidar territorios ocupados u obtener concesiones indirectas.

Putin quiere dividir a Occidente

Orsini también cree que una de las principales tácticas de Putin es dividir a los países occidentales mediante la diplomacia. Mostrándose abierto al diálogo con algunos e inflexible con otros, busca debilitar el frente unido OTAN/UE, aprovechando las diferencias internas, especialmente en países más proclives a la paz (como Italia o Hungría).

La guerra como herramienta de negociación

Finalmente, el profesor observa que cada kilómetro conquistado por los rusos se convierte en una carta para jugar en la mesa de negociaciones en el futuro. Putin podrá prometer negociaciones y luego ralentizarlas o usarlas en su beneficio, con el objetivo de:

ganar tiempo;

legitimar los territorios conquistados;

sofocar la resistencia ucraniana y la cohesión occidental;

fortalecer la posición de Rusia en la mesa de negociaciones.

Sin embargo, Orsini también enfatiza que Occidente no debería responder con más armas, sino con verdadera diplomacia; de lo contrario, seguirá actuando según las reglas de Moscú.

Carlo Raspollini

Por Carlo Raspollini

Periodista, presentador, autor, director y productor con una destacada trayectoria de más de 40 años en la Rai y otras cadenas líderes de radio y televisión en Italia. Especialista en consultoría gastronómica y sumiller AIS. Ideator de Eventos internacionales y format para radio-tv-web, combinando su pasión por la comunicación, marketing, advertising, con la cultura enológica y el medio ambiente.

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