Ante la reciente publicación de un decreto-ley que introduce cambios en el reconocimiento de la ciudadanía italiana iure sanguinis, deseamos brindar claridad y tranquilidad a todas las personas interesadas en este tema.
Primero, es fundamental recordar que un decreto-ley en Italia no es automáticamente una ley definitiva. Conforme al artículo 77 de la Constitución Italiana, este tipo de actos normativos deben ser convertidos en ley por el Parlamento en un plazo máximo de 60 días. Si esto no ocurre, pierden su validez con efecto retroactivo, como si nunca hubieran existido.
Por lo tanto, al día de hoy:
No hay cambios para los procedimientos ya iniciados. Todas las solicitudes presentadas antes de la entrada en vigor del decreto siguen reguladas por la normativa anterior.
No existe retroactividad legítima. En el ordenamiento italiano, las leyes no pueden eliminar derechos ya adquiridos en virtud de normativas vigentes al momento del nacimiento.
El texto del decreto aún puede ser modificado o rechazado. Su aprobación está sujeta a debate parlamentario, y no es posible anticipar con certeza su contenido final.
Cabe subrayar que la jurisprudencia italiana ha establecido con firmeza que la ciudadanía por descendencia se adquiere como un derecho originario desde el nacimiento, y que este derecho es permanente e imprescriptible, aun cuando su reconocimiento formal se realice años después.
Esta posición ha sido reafirmada por las Secciones Unidas de la Corte de Casación italiana, especialmente en las sentencias n.º 25317 y 25318 del 22 de agosto de 2022, en las que se establece que:
«La ciudadanía por nacimiento se adquiere por título originario y, una vez adquirida, tiene carácter permanente e imprescriptible.»
Según este principio, una persona que nació con derecho a la ciudadanía italiana no puede ser despojada de ese derecho por una norma posterior. Hacerlo violaría los principios de seguridad jurídica, igualdad y protección de los derechos adquiridos, protegidos por los artículos 3, 22 y 24 de la Constitución Italiana.
A este respecto, es relevante recordar el principio jurídico de «tempus regit actum», conforme al cual los efectos jurídicos de un acto deben evaluarse de acuerdo con la ley vigente al momento en que dicho acto ocurrió. En el caso de la ciudadanía, esto implica que el derecho a ser reconocido como ciudadano italiano debe juzgarse conforme a la legislación en vigor al momento del nacimiento del solicitante, y no puede ser afectado por leyes posteriores.
Desde Atlaslex, reafirmamos nuestro compromiso con la protección de los derechos de quienes descienden de ciudadanos italianos. Recomendamos actuar con serenidad, informarse a través de fuentes jurídicas confiables y consultar con profesionales especializados ante cualquier duda.
Seguiremos atentos al desarrollo de esta situación normativa y brindaremos asesoría constante a todas las personas interesadas en obtener o confirmar su ciudadanía italiana por vía de sangre.
Fuente: www.atlaslex.net
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