En México, según el Registro Nacional de Personas Desaparecidas, 112.579 menores han sido registrados como desaparecidos o no localizados desde 1952, de los cuales 17.349 siguen sin aparecer. En Argentina, de los 18.900 casos atendidos por Missing Children, sólo unos pocos son encontrados. No existen estadísticas fiables, pero se estima que los hallazgos son escasos debido a los deficientes sistemas de seguimiento.
La desaparición de niños en América Latina es un fenómeno complejo, alimentado por factores como los conflictos armados, el crimen organizado, la trata de personas y la migración. La falta de datos fiables y de sistemas de respuesta eficaces dificulta el tratamiento adecuado del problema. Es crucial que los gobiernos y las organizaciones internacionales colaboren para mejorar la recopilación de datos, reforzar las investigaciones y prestar apoyo a las familias afectadas. Mientras que en Europa el 33% de los niños desaparecidos son encontrados más tarde por la policía y el 38% regresan a casa de forma independiente, la comparación en América Latina es realmente desalentadora.
Datos de algunos países latinoamericanos
En Perú mel 2024, se reportaron 9.545 casos de niños, niñas y adolescentes desaparecidos. De ellos, 5.057 han sido encontrados, por lo que más de 4.400 menores siguen desaparecidos (Oficina de las Naciones Unidas en Ginebra).
En México, según datos del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, entre 2006 y 2014, cerca del 30% de las personas desaparecidas eran menores de edad, lo que equivale a por lo menos 6,700 niños, niñas y adolescentes.(LatinAmerican Post).
Se estima que más de 83.000 personas desaparecieron en Colombia entre 1958 y 2018, muchas de ellas durante el conflicto armado. Aunque no hay datos específicos sobre menores de edad, se sabe que muchos niños estuvieron involucrados.(LatinAmerican Post+1icrc.org+1)
El Salvador. Durante la guerra civil (1980-1992) desaparecieron entre 8.000 y 10.000 personas, entre ellas muchos niños. La organización Pro-Búsqueda ha documentado cientos de casos de niños desaparecidos durante ese periodo.
¿Dónde está más extendido el fenómeno?
Aparte de Argentina, la desaparición de niños es una emergencia en muchos países del continente americano. México es uno de los epicentros del problema. Miles de niños desaparecen cada año. Las principales causas: el narcotráfico, la trata y los fallos del sistema judicial.
El Salvador, Honduras, Guatemala: en el llamado Triángulo del Norte existe una violencia extrema, por parte de bandas criminales y hay mucha corrupción. Los menores son reclutados, secuestrados o huyen intentando emigrar.
En Colombia, años de conflicto armado y delincuencia organizada han convertido a los niños en blanco de secuestros y explotación. En Perú y Brasil hay cifras preocupantes, sobre todo en las zonas rurales e indígenas, donde el Estado suele estar ausente.
Dos nombres dos tragedias argentinas
Loan Danilo Peña, de 5 años, desaparece en el aire el 13 de junio de 2024 en Corrientes, Argentina. Unos meses más tarde, en febrero de 2025, Lian Gael Flores, de 3 años, desaparece en Córdoba. Dos niños, dos historias diferentes pero unidas por un inquietante hilo rojo: la sombra de la criminalidad y la impunidad sistémica que suele acompañar a la desaparición de menores en América Latina.
Desapariciones que plantean dramáticos interrogantes
En el caso de Loan Peña, la investigación ha adquirido tintes turbios: se ha detenido a policías y civiles, lo que sugiere una implicación que va más allá de la simple negligencia. Las autoridades argentinas se han mostrado lentas y contradictorias y la familia sigue exigiendo verdad y justicia.
En el caso de Lian Gael Flores, por otra parte, la información tardía obstaculizó la investigación desde el principio, dejando espacio a especulaciones y teorías sin confirmar.
Pero más allá de los casos individuales, estos episodios arrojan luz sobre un problema más amplio: la desaparición de niños en América Latina es un fenómeno persistente, transversal y a menudo invisible.
¿Cuáles son las causas de estas desapariciones?
Las investigaciones sobre casos de niños desaparecidos en América Latina se topan a menudo con un muro de silencio, corrupción e ineficacia. Entre las principales causas sospechosas se encuentra la trata de seres humanos: muchos niños son secuestrados y traficados con fines de explotación sexual, laboral o adopciones ilegales. La región es una encrucijada de redes delictivas internacionales.
Pornografía infantil y explotación sexual. El fácil acceso a contenidos en línea ha aumentado la demanda de material ilegal. Los niños secuestrados se utilizan a menudo en estos circuitos.
Un fenómeno subestimado y mal documentado
Uno de los principales problemas es la falta de datos fiables. A menudo, las desapariciones ni siquiera se denuncian, o no se registran correctamente. Las familias, especialmente las pobres, no reciben ningún apoyo y se ven abandonadas a su suerte en una burocracia opaca.