Italo americanos - Columbus DayItalo americanos - Columbus Day

Dos historias diferentes pero con un rasgo en común: la injusticia de perder el derecho a ser ciudadanos italianos a pesar de tener todos los derechos según la historia y la Constitución.

Quiero contar dos historias de dos ciudadanos italianos que pueden tener problemas a causa de este desgraciado decreto ley sobre la ciudadanía. De hecho, la ley que quiere el ministro de Asuntos Exteriores, Antonio Tajani, está dando mucho que hablar.   Jonathan Lazar y Joseph Calabrese son dos italoamericanos afectados por esta reforma, que está causando gran indignación en las comunidades de la diáspora italiana en América Latina y Norteamérica. 

Jonathan Lazar: el inversor que corre el riesgo de perder su pasaporte italiano

Lazar es italoamericano de tercera generación, empresario del sector tecnológico en Miami.  Su abuelo paterno nació en Treviso (Véneto) en 1910 y emigró a Estados Unidos en los años treinta.  Jonathan invirtió 500.000 euros en una startup de agricultura digital con sede en el Véneto, creando puestos de trabajo en Italia.  Ahora el riesgo es que ni siquiera consiga la ciudadanía que tanto ansiaba porque su linaje se remonta a su bisabuelo.

La nueva reforma limita la transmisión de la ciudadanía a los descendientes con al menos un abuelo nacido en Italia. E introduce requisitos más estrictos para las generaciones posteriores.  Jonathan presentó su solicitud en 2023, pero con la reforma el proceso quedó bloqueado y podría ser rechazado. 

La protesta de Jonathan ha hecho proselitismo

Jonathan lanzó una petición en Change.org Salvar mi conexión con Italia») con más de 50.000 firmas. En TikTok, un vídeo suyo visitando la casa de su abuelo en Treviso ha superado el millón de visitas.  Algunos políticos del Véneto (de la Lega) le apoyan, mientras que los otros dos partidos del Gobierno central, aliados con la Lega, defienden la reforma.  Es la habitual imagen confusa de Italia, que tarde o temprano habrá que remediar. Jonathan dijo: «Mi abuelo dejó Italia en la guerra para darme un futuro. Ahora Italia me dice que no soy suficientemente italiano, aunque traiga trabajo aquí». Algo verdaderamente absurdo.

Cientos de expedientes en la balanza

En el Corriere del Veneto del 5 de abril, leemos una declaración de Jonathan Lazar, ciudadano estadounidense que importa vinos italianos y se siente atrapado: «Visito Italia ocho veces al año, me casé allí, tengo sangre italiana aunque aún no tengo pasaporte.» Pero sin al menos un abuelo italiano, con la nueva ley, no puede obtenerlo. Hasta hace una semana podía, pero ya no.

En el mismo periódico interviene Luca Falda, de Vicenza, que lleva dos años de vuelta en Italia tras trabajar en Estados Unidos. Luca es el portavoz de los inmigrantes anglófonos. Hoy es consultor y ha recogido, en un portal en línea, cientos de intervenciones de ciudadanos extranjeros cuyas prácticas están ahora en la cuerda floja, excluidos por la reforma de la ciudadanía.

Joseph Calabrese: no es suficiente hablar italiano par ser ciudadano

Joseph es un italo-argentino de cuarta generación que vive en Buenos Aires. Desciende de calabreses que emigraron en 1880 y habla un dialecto italo-calabrés aprendido en su familia.  Esto era bastante común entre los emigrantes de las primeras oleadas de los siglos pasados. El italiano aún no estaba suficientemente extendido y entre ellos las distintas comunidades se expresaban en dialectos, y aún lo hacen.

Según la ley, Joseph no tiene derecho a la ciudadanía

Joseph trabaja como cocinero en un auténtico restaurante italiano. ¿Por qué se le excluye del derecho a la ciudadanía? La reforma no concede la ciudadanía a quienes tienen antepasados que emigraron antes de 1912 (un plazo controvertido). Sin embargo, Joseph es sin duda descendiente de italianos (ius sanguinis), además habla el idioma porque estudió italiano en el Instituto Dante Alighieri, pero aun así su solicitud fue rechazada porque su ascendencia se remonta más allá del padre de su padre. 

Más italiano que otros

En uno de sus mensajes en Facebook escribió «Soy más italiano que muchos italianos»). Pues bien, se ha compartido 200.000 veces, sobre todo en Argentina y Brasil.  Así que organizó una protesta simbólica frente al consulado italiano en Buenos Aires, con otros descendientes, ataviados con banderas tricolores.  Algunos medios italianos (como el «Corriere della Sera») le entrevistaron, suscitando debates sobre «quién es realmente italiano».  «En casa hablábamos calabrés», explica Joseph, “comíamos” ‘nduja y escuchábamos a Lucio Dalla. Ahora me dicen que no soy italiano. Es una traición».

Renunciar a la contribución de millones de descendientes de italianos es como pegarse un tiro en el pie

La ley hiere el sentimiento italiano de muchos descendientes, que se sienten a todos los efectos compatriotas de los italianos de Italia. Sólo que más afortunados porque no tuvieron que emigrar como sus antepasados a principios del siglo pasado. Por desgracia, en Italia el debate sobre quién es un emigrante no entusiasma a la opinión pública, aunque la población esté siempre dispuesta a confraternizar con el concepto de «emigrante», impregnada por la nostalgia del retorno. Hoy en día, viajar es mucho más fácil y accesible. Las distancias han disminuido y los problemas entre ambos lados del océano suelen ser similares. Por eso, las dos comunidades de oriundos e italianos se han acercado. Esta ley corre el riesgo no sólo de afectar a los sentimientos del pueblo, que es único, sino también de crear una fractura justo cuando Italia más necesitaría la contribución de sus hijos, emigrantes o no. Tanto para un posible retorno a la patria como mano de obra cualificada, como en el extranjero para la producción y las innovaciones que se puedan poner en marcha. Desincentivar la inversión en cualquiera de las dos situaciones es una medida precipitada y suicida. Italia busca atraer talento, ¡no puede rechazar a los que tienen raíces italianas!

(Referencia: Vídeo de Jonathan en TikTok (@jonathanveneto) Entrevista con Joseph** en [Corriere della Sera](https://corriere.it) Petición en Change.org («Reforma injusta de la ciudadanía»)]. 

Carlo Raspollini

Por Carlo Raspollini

Periodista, presentador, autor, director y productor con una destacada trayectoria de más de 40 años en la Rai y otras cadenas líderes de radio y televisión en Italia. Especialista en consultoría gastronómica y sumiller AIS. Ideator de Eventos internacionales y format para radio-tv-web, combinando su pasión por la comunicación, marketing, advertising, con la cultura enológica y el medio ambiente.

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