El Senador Ricardo Merlo, líder del MAIE, participó en una entrevista donde se discutió el polémico Decreto Tajani sobre ciudadanía. Aunque el periodista intentó llevar el debate hacia un terreno ideológico, Merlo respondió con serenidad y experiencia, mostrando que conoce la política italiana desde dentro y que entiende los mecanismos reales que mueven estas decisiones.
Lo que dijo Merlo
Merlo recordó que durante su etapa como Subsecretario ya se hablaba de iniciativas que buscaban restringir la transmisión de la ciudadanía italiana, y que incluso entonces había advertido del riesgo de avanzar sin un debate profundo ni autocrítica. También señaló que la política italiana se mueve en ciclos: lo que hoy critica la oposición, mañana —cuando vuelve a gobernar— lo repite.
Lo que pensamos desde nuestro blog
Desde nuestra redacción creemos que el Decreto Tajani no surge de un debate parlamentario abierto, sino de la fuerza de la burocracia, que en un momento de emergencia política encontró la ocasión perfecta para imponer su agenda.
👉 Este decreto no fortalece a los italianos en el exterior, los debilita.
👉 Más que una iniciativa de un gobierno específico, parece un “golpe bajo” nacido en despachos burocráticos, que aprovechan la coyuntura para limitar derechos.
Además, muchos periodistas alineados ideológicamente con la oposición parecen ignorar que la izquierda italiana, cuando estuvo en el poder, también cerró 20 consulados durante la spending review. El juego político es claro: criticar cuando se está en minoría, aplicar lo mismo al volver al poder.
Derechos adquiridos en riesgo
En opinión de nuestro blog, uno de los puntos más graves del decreto es que genera la falsa impresión de que se pueden eliminar derechos adquiridos. Las leyes no son retroactivas: si una persona nació con un derecho reconocido, este no puede ser borrado por decreto. El resultado inevitable será la saturación de los tribunales.
El trasfondo político
Merlo dejó entrever que incluso parlamentarios electos en el exterior apoyaron la medida, alineándose con intereses partidarios más que con sus comunidades. Desde nuestra visión, esto confirma que el decreto no responde a una estrategia clara de gobierno, sino a la influencia de burocracias internas y presiones externas, quizás incluso provenientes de países extranjeros.
El periodista intentó reducir el debate a consignas ideológicas, pero quedó en evidencia su desconocimiento de la política real. Merlo, en cambio, mostró temple y experiencia, recordando que la verdadera política no se hace con eslóganes, sino con decisiones y responsabilidades.
En palabras que hacemos nuestras desde este espacio:
“Las batallas que se pierden son solo aquellas que se abandonan.”